La
elección de la fecha de la vendimia es una operación clave para conseguir los mejores vinos. El grado de maduración de la uva ha de ser perfecto, y unos pocos días influyen poderosamente. Así pues,
desde mediados de Septiembre se hicieron intensas comprobaciones para decidir el día más adecuado. A finales de dicho mes tuvimos claro que la Syrah estaría en condiciones óptimas hacia el día 6 de
Octubre, pero con la Tempranillo teníamos más dudas y, vendimiando la Syrah, decidimos esperar algún día más; lo haríamos el día 12.
Así pues,
este año vendimiamos estas variedades por separado: una el 6 y la otra el 12 de octubre.
En ambos
casos la uva llegó sana y en perfecto estado de maduración y, una vez más, muchísimos amigos nos acompañaron esos días.
Después, el
ritual de cada año: vendimia manual en pequeñas cajas, transporte inmediato a la bodega, grupos despalillando a mano entre chistes, chirigotas, comida... LA FIESTA DE LA VENDIMIA DE
ITUERO.
Una vez más:
¡Gracias, amigos!